ves esta página sin formato por que esta hecha cumpliendo el estándar web CSS 2.
tú navegador no soporta este estándar, o tienes dicho soporte desactivado.
si estas en el primer caso,
actualízate. merece mucho la pena.
Inicio >
Historias > PEQUE
PEQUE
Va a ser verdad que no hay enemigo pequeño. El zamorano pueblo de Peque, de menos de 200 habitantes por hacer honor al nombre, se enfrenta a la pretensión de instalar en su término municipal un centro de residuos radiactivos. O un cementerio nuclear, como prefieran ustedes si son más dados al tremendismo verbal. Se ha plantado, y quedaría bien decir que lo ha hecho unánimemente si no fuera porque una parte del censo está conforme con la propuesta. Empezando por el alcalde, un pastor de ovejas apellidado Lobato. Pero no nos distraigamos con los misteriosos secretos de las palabras y vayamos al caso. La cuestión es que entre los vecinos de Peque hay división de opiniones. Unos se resisten a tener al lado un vertedero de desperdicios nucleares que quién sabe qué daños puede ocasionar en la fauna y los cultivos autóctonos, por no hablar de las personas. Para otros, la planta catapultará hacia el progreso a un pueblo dejado de la mano de Dios. Traerá más industria, más servicios, más empleos, mejores comunicaciones. Total, que la convivencia vecinal se ha visto alterada. Un reportaje de televisión a pie de acequia mostraba algunas heridas de las que la comunidad tardará en reponerse, si es que se repone. Ya se sabe que en el medio rural estas disputas por un quítame allá esas pajas tienden a acabar en pleitos transmitidos de generación en generación. De un lado, los portadores de pancartas de rechazo. De otro, el alcalde Lobato con su rebaño de adheridos enfrentándose incluso a su propio partido. En otros lugares la gente se pone a recoger firmas cuando les anuncian la instalación en las proximidades de su barrio de unas antenas de telefonía o una depuradora de aguas. Y si el proyecto se refiere a un matadero o a una cárcel, entonces ya corta la carretera y quema neumáticos. Los de Peque, que no responden al gentilicio de pequeños sino de pecudos, aún no han llegado a tanto. Pero al menos ahí están, dándose a conocer al mundo hartos de que hasta ahora no les hayan hecho «ni puto caso, hablando
bien y mal», como dijo el alcalde ante las cámaras.
Publicado en Diario de Navarra, 5.8.06.
_____________________________________________________
2006-08-15 20:43 | 0 Comentarios
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://romera.blogalia.com//trackbacks/42220
Comentarios
portada | subir