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{ Bitácora de José María Romera. Artículos de prensa y otros escritos }

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    EL HÉROE

    Publicado en El Correo, 15.5.2005



    Todos hemos conocido alguna vez a personas empeñadas en maquillar su pasado. La mayoría tira por elevación, inventándose peripecias heroicas o escudos familiares de alcurnia a fin de sobrellevar una existencia anodina y mantener a raya el fantasma de su fracaso. Otros pintan el cuadro de una infancia miserable, llena de reveses y de privaciones, en contraste con la cual su condición presente parece el resultado de una titánica lucha contra la adversidad. Y los hay también que simplemente borran con olvido las pequeñas manchas, ponen un toque de fantasía en las zonas brillantes y así van haciéndose con un currículum donde lo menos importante es el parecido con la realidad. Cualquier lector de memorias y autobiografías sabe de qué estoy hablando. Quiero decir que es una actitud muy humana, más frecuente de lo que parece, porque casi ningún bípedo implume está conforme con vida que le ha caído en suerte. También ese hombre llamado Enric Marco quiso echar unos granos de épica al guiso de su vida gris, pero puso en ello tanta imaginación que se pasó varios pueblos y acabó instalándose nada menos que en el campo de concentración nazi de Flossenburg. Lo inventó todo: las fechas y las circunstancias, las penalidades y las torturas, el dolor y la ignominia. Pero lo hizo con tal convencimiento que coló, y de qué manera. Ha pasado los treinta últimos años dictando sentidas conferencias, recibiendo cálidos homenajes y presidiendo la asociación de víctimas de Mauthausen con la cabeza bien alta. Dicen que antes se coge al mentiroso que al cojo, pero esta vez el refrán ha estado a punto de fallar porque a Marco le han descubierto siendo un todo un octogenario. Al enterarme de su caso me ha venido a la memoria aquel otro embaucador encarnado por Vittorio de Sica en «El general della Rovere». Como Enric Marco, el falso héroe de guerra del film de Rossellini se había ganado en la cárcel el respeto de los auténticos antifascistas merced a su porte gentil y su labia florida. A ambos les han perdido las ganas de figurar. Pero la pregunta no es por qué a Marco se le ocurrió la descabellada idea de hacerse pasar por un interno en campos de concentración, sino cómo ha sido posible que nadie descubriera su embuste hasta ahora. Quizá se deba a que no es francés ni alemán ni austriaco. Quiero decir que ha tenido la suerte o la desgracia de vivir en España, ese lugar donde todavía es posible echar a rodar bolas de nieve hechas de mentiras porque la pendiente del olvido es ancha y pronunciada. Marco ha tomado el pelo a todo un pueblo que en materia de historia tiene la costumbre de mirar para otra parte y no precisamente por benevolencia, sino por hábito de comodidad y de autoengaño.

    15 mayo 2005
    _______________________________________________________________

    2005-05-16 12:28 | 9 Comentarios


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    Comentarios

    1
    De: Delfín Fecha: 2005-05-16 21:40

    El caso Marco ha sido tan estrepitoso que estos días ha traído ríos de tinta. Entre muchos comentarios, uno de los mejores ha sido el de Vargas Llosa en 'El País'.



    2
    De: Bambolia Fecha: 2005-05-16 23:11

    Me impresiona sobremanera la capacidad de este hombre de fabular, de hacerse una vida a la medida de sus necesidades. Ha herido muchas susceptibilidades, ha sido cruel con los que realmente sí que vivieron ese horror, pero es increíble cómo ha sabido manejar la capacidad de impresión de su público, de sus oyentes...

    Cuando te he leido esta mañana he recordado que Max Aub hizo algo similar, aunque con tintes mucho menos dramáticos, claro, y por un corto período de tiempo: Josep Campanals, sino recurdo mal, fue su creación. En De espaldas escribí hace tiempo sobre ese asunto, pero ni recuerdo cómo se llamaba el apunte.



    3
    De: Bambo Fecha: 2005-05-16 23:28

    Esto de cambiar las palabras me lo he de hacer mirar, :-D

    Josep Torres Campalans, y no Campanals.



    4
    De: Delfín Fecha: 2005-05-17 08:23

    Sí, el personaje de Max Aub -un pintor- fue un juego de impostura literaria muy bien fabricado. Hubo críticos de arte que hasta escribieron opiniones sobre su obra. Una obra inexistente, pero sólo hasta cierto punto: en las primeras ediciones del libro, Aub incluyó unas viñetas muy creíbles.

    Pero este Marco supera a la ficción. Lo que sorprende de su caso no es que se haya hecho pasar por otro: de éstos ha debido de haber a cientos en la clandestinidad y también en la picaresca de posguerra. Lo increíble, lo maravilloso, es que durante treinta años una persona pública haya conseguido burlar los infinitos controles de las gendarmerías modernas, entre ellos los de los historiadores.



    5
    De: Bambo Fecha: 2005-05-17 09:25

    Encontré el apunte al que anoche hacía referencia. Se pueden ver varios de los cuadros que pintó el propio Aub para la confabulación literaria.

    Este hombre, Marco, ha sido actor las veinticuatro horas del día. Es cierto que burlar a los que le rodeaban, máxime si le tenían cierto aprecio -y ya no te digo su familia, que ¡madre mía, qué panorama!- ha debido de ser relativamente fácil, pero ¿y los estudiosos, como tú dices? Vargas Llosa tiene razón en lo de que el que ha descubierto la farsa ha sido un aguafiestas de mucho cuidado. Me superan las personas que siempre tienen en la boca la defensa de la verdad a ultranza -habría que matizar mucho, pero bueno...-.

    Al final, como Santo Tomás, si no lo veo, no lo creo -y me callo, que parezco un lorito, :-D-.



    6
    De: Popeye Fecha: 2005-05-17 17:52

    Ya era hora que te callaras. Yo vengo aqui a leer lo que escribe Jose Maria Romera, no a tí. Además, no creo que aqui tengas muchos más lectores que los que tienes en tu blog osea que no hace falta que te autocites tantas veces que queda muy feo.



    7
    De: Bambo Fecha: 2005-05-17 22:44

    :-/

    Popeye, no te preocupes: prometo que de aquí en adelante no volveré a citarme para quedar conmigo mismamente en mi mismidad más absoluta.

    Seré buena chica. Se me da bastante bien.



    8
    De: José Angel Fecha: 2005-05-18 16:47

    ¿|¿-d puffff-pufff!
    (O sea, Popeye-Nicasso, Bambolia...)



    9
    De: Bambo Fecha: 2005-05-20 12:17

    Buscando información sobre la sentencia a muerte de Julián Grimau, he encontrado un artículo en El Mundo, en el que se cuenta la historia del hombre que lo juzgó. ¡Qué diferencia entre una mentira y otra!



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