ves esta página sin formato por que esta hecha cumpliendo el estándar web CSS 2.
tú navegador no soporta este estándar, o tienes dicho soporte desactivado.
si estas en el primer caso,
actualízate. merece mucho la pena.
Inicio >
Historias > ANTICIPOS
ANTICIPOS
Publicado en El Correo, 21.11.04

Conforme avanzan los años más agradezco los anticipos navideños. Me congratula ver, a mediados de noviembre, que ya han puesto las bombillas en las calles y los adornos en los supermercados donde también pueden verse las primeras barras de turrón, los mazapanes, los mantecados. Recibo de buena gana los villancicos a destiempo, aun a riesgo de que lleguen desgastados a sus días preceptivos. Y no oirán ustedes de mi boca el menor reproche a los responsables de esta anomalía estacional, ningún dicterio contra los altruistas heraldos de buenos deseos tras cuyos disfraces andan camuflados los propietarios de ciertas marcas y de grandes almacenes. Casi les deseo que se forren a nuestra costa. Trataré de explicarme. No es que me esté volviendo consumista. Es que, entre esos personajes tan distintivos como son el calvo de la lotería y el hijo de vuelta a casa, las chicas burbuja y los primeros papás Noel de pega, se extiende una zona franca de la que se ha enseñoreado lo conmovedor, sea real o virtual, auténtico o fingido. Y eso contagia. Con las primeras señales de la campaña de ventas navideña, no sé si se han fijado, empieza la mutación en los gestos y en los modos de mirar, paulatinamente inclinados a algo parecido al afecto. O a las buenas intenciones. En la medida de que el mundo abre paso al recelo y la sospecha, a la cabronada y al crimen, más necesidad sentimos de respirar otra atmósfera aunque sea artificial. Todos ustedes habrán visto ya en sus ciudades, en sus pueblos o en la tele más de un signo anticipatorio de las navidades. Algunos habrán adelantado sus compras y tendrán el besugo en el congelador y los juguetes en el altillo del trastero. No se avergüencen cuando les digan que se han pasado de precavidos. En realidad, si se fijan bien, lo que les ha movido a darse prisa no es tanto el sentido práctico como cierto magnetismo sentimental procedente de la región final del calendario. A esto se debe el éxito de la lotería de diciembre. Sus premios nos son mayores que los de cualquier otro sorteo del año, pero el solo hecho de entrar en el juego de las participaciones ya nos sumerge en un ritual colectivo muy saludable para el ánimo. Hay mucha pamema en todo esto, ciertamente. Una cantidad de camelo impresionante, y no faltan tampoco la hipocresía ni el autoengaño. Conformes. Vayan indignándose y preparando sus jeremiadas, pero tengan en cuenta que eso también alimenta el espíritu navideño por la vía del contraste. Por mi parte, estoy encantado de haber recibido ya el primer crisma, con su dedicatoria y todo. Aunque el remitente fuera una empresa de transportes con la que no tengo nada que ver. Sus deseos de paz y prosperidad son órdenes para mí.
José María Romera
21 noviembre 2004
____________________________________________________________________________
2004-11-22 01:00 | 1 Comentarios
Referencias (TrackBacks)
URL de trackback de esta historia http://romera.blogalia.com//trackbacks/23478
Comentarios
portada | subir